Se había arreglado como pocas veces lo hacía, cabello lacio, perfecto, delineador, sombras, rimel, hasta labial. Era raro usualmente no usaba una gota de maquillaje…
Tanto tiempo nos conocimos, que la conocía como la palma de mi mano, reconocía el tono de su voz cuando estaba triste o contenta, sabía que casi siempre llora sin razón. Y sobretodo sabía que ese día seguía molesta conmigo… y como no estarlo, fui más duró de lo usual…
Ella: Le voy a decir que venga a la fiesta conmigo
Yo: Nop
Ella: Por que?
Yo: por que sabes cualquiera de las respuestas que te de te van a doler, si te dice “no” te vas a frustrar y si te dice “si”, los dos sabemos que no va a llegar. No sería la primera vez que lo hace.
Ella: Auch
Yo: Por otro lado, no nos gustan los extraños.
Ella: No es justo, el otro día fue …. Y …. Y …., ellos son extraños
Yo: sip, pero iban con alguien, eran sus novios, en este caso él no es nada tuyo y por último tu y yo sabemos que no te quiere, no así y que no lo hará, en 10 años vamos a estar teniendo la misma conversación…
Ella sabía que yo tenía la razón, por eso dejo de hablarme.
Hoy era la primera vez que la veía desde ese día, aunque sonriente y radiante, tenía un halo de tristeza, una mirada llena de dolor, hay cosas que no se pueden ocultar. Estaba molesta conmigo, había sido más cruel de lo usual y había tocado aquel tema prohibido… él.
Nos caía bien, era un buen tipo, chistoso, hasta inteligente, solo tenía un problema, él no le quería, y ella seguía esperando a que el notará su existencia.
Eran las 2:49 de la mañana, y sonó el teléfono. Una voz llorosa del otro lado, lo único que dijo fue “se terminó”, en ese momento me levanté, me puse un jean, la primera camiseta que encontré y tome las llaves del auto. No sin dejar de pensar que en los últimos 2 años la había escuchado unas 10 veces (como mínimo), y nunca lo hizo, su determinación para dejarlo era nula.
Dicen que antes de morir uno ve su vida como un flash, yo vi nuestra vida en un segundo. Y esa frase de “se terminó” quedó retumbando en mi cabeza… Sonaba a determinación, una determinación que ella no tenía, no con respecto a él.
A penas llegué a su casa, supe que algo andaba mal, no abrió la puerta, pero no era necesario, sabía por que ventana entrar… La encontré en su habitación, estaba igual de brillante e impactante que en la mañana, cuando conversamos, pero ya no había tristeza, por primera vez desde que la conocí la vi llena de paz, paz que por fin encontró en la determinación, lastima que no fue la determinación para dejarlo, sino para dejarse.
2 comentarios:
...la verdad no siempre se mide la intencidad de las palabras en otros, o el efecto que la realidad puede tener para determinar una desición... paz, ¿no es lo que todos buscamos? tiempo al tiempo...
saludos desde Oz, un gusto leerte
que tonta...matarse por "amor"... duele...te desgarra, vomitas el odio de la indiferencia, pero todo pasa en esta vida y hay peores cosas, escribiras mas a menudo x cierto y mal que tengas una foto en donde no se te puede morbosear, eso vende...
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